Domingo 16 del Tiempo ordinario.
Ciclo C
Gn 18, 1-10ª
Sal 14,
2-3ab. 3cd-4ab. 5
Col 1, 24-28
Lc 10, 38-42
Jesús, "el hombre que amaba las mujeres"

Uno de los episodios más "feministas" que protagoniza Jesús es el que tiene lugar en casa de su amigo Lázaro (el mismo al que poco después ordenará levantarse de su tumba), en Betania. Lázaro tenía dos hermanas, Marta y María, que también eran amigas de Jesús. Un día, estando Él de visita, se produce un pequeño altercado, porque mientras Marta iba y venía de la cocina a la sala, atendiendo a los invitados, su hermana María, sentada a los pies de Jesús, escuchaba absorta sus enseñanzas.
Marta, irritada porque todo el trabajo de "servir" a los hombres recaía sobre ella, le dice a Jesús: "¿No te molesta que mi hermana me deje servir sola? ¡Dile pues que venga a ayudarme!"
Pero no, a Jesús no le molestaba la situación ni se le pasaba por la cabeza mandar a María a la cocina. Su respuesta fue: "Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada".
La parte que no le sería quitada –pero que hasta entonces la sociedad reservaba al varón- era la del aprendizaje, el estudio y la reflexión.
(Esta entrada forma parte de una nota periodística de Claudia Peiró para el periódico infobae con fecha 27/03/16 y me pareció muy interesante poder compartirla hoy en esta fecha especial).
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